La comisión de evaluación del Comité Olímpico Internacional abandona hoy España por fin. Durante una semana hemos visto de todo para que en el 2016 Madrid sea la sede de los Juegos Olímpicos. La hipocresía ha relucido más que nunca, sobre todo al ver la relación entre los políticos. Esperanza Aguirre dejó apartadas sus rencillas políticas con Gallardón y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para dar una imagen de cordialidad y entendimiento. Lo que más me ha gustado de toda la semana es uno de los argumentos que usó Aguirre para defender la candidatura olímpica ante el COI: “les he hablado en dos idiomas”- dijo. Quizás haya dejado sorprendido a los evaluadores por tal derroche cultural. Yo me la imagino hablando primero en español, luego en inglés y luego en francés, cuán guía turística, que a los miembros del COI debió dejar confundidos.
Vamos, que lo que les ha faltado a nuestros políticos es bailar un chotis o unas sevillanas o incluso darles un “taper” con un poquito de cocido madrileño. Sinceramente, no sé por qué la comisión esta tiene tanta seriedad, cuando los pasados juegos olímpicos se celebraron en China. Porque nos podrán gustar o no determinados políticos, pero aquí democracia hay más que en Pekín, hablemos o no dos idiomas. Y después de una semana de sonrisas de chinchetas y de grandes titulares como “Zapatero apoya a Madrid” (no se podría esperar menos de un presidente del gobierno por muy pro catalanista que sea), nuestros políticos ya pueden volver a hablar de la crisis, de las cajas de ahorros, etc. Que todo vuelve a la normalidad.
Ojalá que en el 2016 todos tengamos las manos abiertas y que – por qué no decirlo- Córdoba sea la ciudad de la cultura. Ojalá también que para ese año, la recién abuela Espe tenga muchos más nietos y ya esté jubilada.
La nueva Sarah Palin
