El Gobierno nos quiere dejar sin la cervecita y la paella del verano. La ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, ha iniciado una campaña contra los chiringuitos para quitarlos de la playa. Según el movimiento verde socialista, la vieja Ley de Costas obliga a que la distancia mínima entre los restaurantes sea de 200 metros de la playa, que su superficie no ocupe más de 150 metros cuadrados y que todos estén fuera de la arena. Vamos, un “méense y cáguense dentro del mar, porque no van a tener un bar cerca”.
Estas son las iniciativas que tiene el Gobierno de Zapatero para paliar la crisis. Cuando tenemos un país que vive principalmente del turismo de sol y playa y cuando tenemos unas circunstancias que pueden hacer que disminuya, al Gobierno verde sólo se le ocurre atacar a los chiringuitos.
De esta forma, no sólo no ayudan al pequeño autónomo ni al pequeño comercio, sino que se le perjudica aún más; y todo porque ahora una ministra se ha dado cuenta de que los restaurantes de playa están… en eso… en la playa.
Adiós a esa canción del verano de Georgie Dann, adiós a las sardinitas asadas con el calor de la leña, adiós a esas espinas que se te atragantan... Aunque a mí ahora mismo la única espina que se me atraganta es la de aquella mujer que la tiene como apellido. ¡Espinosa, te has lucido!
Celia Villalobos enseña colmillos.
La diputada del PP en el congreso, Celia Villalobos, defiende el mantenimiento de los restaurantes de playa y se enfrenta contra la Presidenta del congreso para que le deje hablar.
1 comentario:
Si les pagasen por hacer las cosas mal, seguro que no lo harían peor... aunque estoy de acuerdo en que se proteja a los linces ibéricos xD.
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